Cada vez más personas deciden comprar o elaborar kombucha por sus beneficios nutricionales y sobre la salud. Esta bebida es rica en probióticos, mejora la flora intestinal, refuerza el sistema inmune y previene enfermedades.
La kombucha es una bebida fermentada que se obtiene del cultivo de levaduras y bacterias, mezclado con té verde o negro. Luego se le agregan zumos de frutas, especias y hierbas para aromatizarla y darle sabor.
Pero, ¿cuáles son los aspectos clave a tener en cuenta al elaborarla?
Esta bebida surgió hace más de 2000 años en China. Sin embargo, hoy es una opción popular en los bares de batidos, junto con los smoothies y el yogur de frutas.
Tenga en cuenta los procesos básicos para obtener los mejores resultados:
Para elaborar kombucha es necesario utilizar SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast), un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras que se deja fermentar entre 1 y 2 semanas.
Este cultivo, de textura gelatinosa, se mezcla con té negro o verde antes de comenzar la fermentación. Los polifenoles del té se transforman en elementos orgánicos que protegen las bacterias del cultivo, evitando el desarrollo de microorganismos indeseados.
A la hora de elaborar kombucha es clave cuidar la higiene de utensilios y superficies; esto evita que el cultivo se contamine y desarrolle bacterias perjudiciales para la salud.
Además, debe evitar el uso de recipientes y ollas de cerámica con esmaltado de plomo. Los ácidos de la kombucha pueden causar que se desprenda el revestimiento, contaminando el té.
Una vez terminado este proceso de fermentación se obtendrá una bebida con algunas burbujas y sabor ligeramente ácido.
Puede hacerlo más agradable al paladar añadiendo frutas naturales después del primer fermentado. Estas son algunas opciones:
· Sabores clásicos: té verde con limón y jengibre, té negro con frutos rojos, piña, mango. Es importante tener en cuenta que la base del té escogido influye sobre el resultado de sabor final.
· Sabores novedosos: hierbas como menta y lavanda, flores de saúco y rosas, especias como cardamomo, canela y clavo de olor. Las hierbas le brindan a la bebida un toque refrescante y las especias aportan dulzura.
Por otra parte, algunas marcas de kombucha incorporan ingredientes altamente nutritivos como matcha o algas espirulinas. Estos “súper alimentos” funcionan como un suplemento dietario natural. También puede elaborar bebidas para necesidades específicas, con probióticos extra y componentes antioxidantes.
Para obtener un sabor equilibrado es importante realizar un segundo fermentado luego de agregar las frutas y especias; esto permite que el cultivo asimile las propiedades de aroma y sabor de los ingredientes.
Tape la preparación y déjela reposar a temperatura ambiente entre 3 y 10 días. Es clave ir probándola para controlar el proceso de fermentación y evitar que la bebida adquiera sabor avinagrado.
Elaborar kombucha es una excelente forma de disfrutar de una de las bebidas antioxidantes más populares. Tenga en cuenta estas recomendaciones para prepararla y anímese a experimentar con distintos sabores.