¿Alguna vez pensó en el proceso que asegura que la comida sea segura y deliciosa? Aprenda cómo las buenas prácticas de manufactura (BPM) aseguran la calidad de los alimentos que disfruta. ¡Siga leyendo este artículo que lo informará!
Las BPM incluyen una variedad de procesos y regulaciones diseñados para prevenir la contaminación. Igualmente, garantiza la calidad en cada fase de la cadena de producción, desde la recepción de materias primas hasta el almacenamiento y distribución de los productos terminados. (The Food Tech, 2023)
Ahora bien, para garantizar la confiabilidad en los alimentos producidos, es fundamental seguir una serie de prácticas estrictas en todas las fases de su producción. Todo ello conlleva asegurar la vida útil de los productos y evitará el desperdicio de alimentos. (Safety Culture, 2024)
Algunos de los aspectos fundamentales que ofrecen un enfoque integral para mantener la seguridad y la calidad en cada etapa del proceso son:
Esto implica verificar que los alimentos cumplen con los criterios de calidad mediante:
Mantener un entorno higiénico en las instalaciones es vital para evitar la contaminación. Esto incluye:
El control de plagas es fundamental para la seguridad alimentaria y el cumplimiento de las BPM. Por ejemplo, abarca la prevención de roedores, insectos y aves en la zona de producción.
En este sentido, se debe cumplir con normas específicas de calidad y seguridad. Tienen que ser almacenadas y manejadas adecuadamente para evitar la contaminación. Además, la gestión de inventario eficiente es esencial.
Para ilustrarlo, una buena práctica puede ser una inspección visual y documentada. Ahora bien, se verifica la temperatura y las condiciones de transporte, especialmente para productos perecederos.
Todos los productos alimenticios deben contar con un etiquetado detallado y exhaustivo. Por ejemplo, se utilizan materiales de empaque que cumplen con los estándares de seguridad alimentaria. Además, el proceso de envasado se lleva a cabo en ambientes controlados para evitar la contaminación.
En esta misma línea, es esencial almacenar y transportar los productos alimenticios en condiciones adecuadas para mantener su seguridad y calidad, controlando la temperatura y evitando la contaminación.
Un ejemplo de esto, puede ser que los productos sensibles como las frutas de temporada se mantengan en cámaras refrigeradas con monitoreo constante de la temperatura.
Los empleados deben recibir una formación adecuada en seguridad alimentaria y buenas prácticas de fabricación. Asimismo, es importante que estén conscientes de los peligros potenciales en la producción de alimentos.
También, es crucial rastrear, verificar y validar todos los procedimientos de seguridad alimentaria. Desde el análisis de materias primas hasta las inspecciones finales, manteniendo registros detallados.
Implementar y mantener las BPM es esencial para asegurar productos de calidad. A continuación, algunos consejos para lograrlo:
Adoptar estas buenas prácticas no solo garantiza la calidad y seguridad de los productos, sino que también fortalece la confianza de los consumidores. Lo invitamos a implementar estas prácticas, asegurando un futuro más seguro y saludable para todos. ¡Juntos podemos marcar la diferencia en la industria alimentaria!