En los últimos años se ha visto un gran cambio en las tendencias de consumo de refrescos. Poco antes de la pandemia del COVID 19, y mucho más después de ella, las personas buscan alternativas que aporten a su salud y bienestar.
A continuación, haremos un análisis acerca de cómo se está moviendo está industria y qué se puede esperar en los próximos años.
Aunque se espera que el tamaño del mercado mundial de refrescos carbonatados se expanda a una tasa de crecimiento anual compuesta del 4,7 % entre 2021 y 2028 (Dingwall, 2022) esto solo puede suceder si la industria se reinventa.
Lo anterior se debe a que, la pandemia despertó en las personas un gran interés por lo saludable. Es decir, ahora buscan productos relacionados con un sistema inmunológico fuerte (Wurzer, 2023).
Igualmente, se hace énfasis en que se necesitan refrescos que (Wurzer, 2023):
Es por eso, las gaseosas y bebidas carbonatadas están perdiendo cada vez más popularidad. De hecho, entre las opciones que más se eligen están las bebidas sin alcohol.
Al hablar de este tema no se puede dejar de mencionar el azúcar. Esto se debe a que, según Arielle Rose, analista senior de investigación de la industria en IBISWorld, las ventas de estas bebidas "se estancaron" en Estados Unidos durante el año pasado (Alverson, 2023).
Dicho resultado se debe, sobre todo, a la presencia del azúcar en estas bebidas. Tanto los medios, como los propios productores de estas bebidas, han expresado que su consumo trae consecuencias. Entre ellas: diabetes, hipertensión y obesidad (Alverson, 2023).
Por eso, la tendencia de las bebidas saludables sobre las tradicionales va en gran aumento. Por ejemplo, los grandes productores se han visto en la necesidad de diversificar su oferta.
De ese modo, les han dado la bienvenida a refrescos bajos en azúcar, calorías o endulzados con Stevia. También, dentro de las tendencias más importantes se han visto:
De igual forma, este crecimiento se ve impulsado por las mejoras en el sabor de los productos. Ejemplo de ello es el bajo contenido de azúcar en estas bebidas. Este se ve reflejado en el uso de nuevos edulcorantes.
Sin temor a equivocarnos lo que va a mandar la parada son las bebidas saludables y funcionales. Es decir, aquellas en las que prevalece lo natural, como el sabor a frutas. De esta tendencia se desprende un nuevo nicho de bebidas carbonatadas artesanales.
En este son protagonistas las plantas y frutas. De ese modo, se les abre un lugar a bebidas carbonatadas con vitaminas C o B12. Estas se perciben como un apoyo inmunológico o de energía mejorada (Alverson, 2023).
En conclusión, y para finalizar, ya se ha visto que el cambio tocó la puerta. Por ende, para que persistan los refrescos, estos deben entrar en la onda del bienestar. Es decir, con menos azúcar y más productos naturales.
Referencias Bibliográficas